Sierra Nevada
es un macizo montañoso perteneciente al conjunto de las Béticas, concretamente
a los sistemas Penibéticos. Está situada en Andalucía, extendiéndose por la
zona centro-sureste de la provincia de Granada y parte del suroeste de la
provincia de Almería. En 1986 fue declarada «Reserva de la Biosfera» por la
Unesco y en 1999 gran parte de su territorio fue declarado Parque Nacional por
sus valores botánicos, paisajísticos y naturales. Es el macizo montañoso de
mayor altitud de toda Europa occidental después de los Alpes. Su altitud máxima
se alcanza en el pico Mulhacén, de 3.482 msnm.cima a la que ascenderemos en
esta ocasión Mary y yo con una sorpresa en la cima. En esta ocasión subiremos
desde La Hoya de la Mora para pasar en primer lugar por la cima del Veleta, a
diferencia de la otra descripción ya subida anteriormente en el blog, que
subimos desde las alpujarras (exactamente desde Trévelez) mi compa Carlos
Zapatera y yo.
La
Sierra Nevada, juntamente con las Béticas, se formó durante la orogénesis
Alpina en la era Terciaria. A causa de su aislamiento y altitud, desde el fin
de la Glaciación de Würm el macizo ha quedado como refugio de innumerables
plantas y endemismos impropios de las latitudes mediterráneas en las que se
sitúa, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente de España, 66 especies vegetales
vasculares endémicas y otras 80 especies animales propias del lugar.
El
Picacho de Veleta es, con una altitud de 3.395,68 msnm, la cuarta cumbre
más alta de España y segunda de su cordillera, sólo por detrás del Teide
(Tenerife), Mulhacén (Sierra Nevada) y Aneto (Pirineos). Está enclavado en la
provincia de Granada, en Andalucía (España), y pertenece a Sierra Nevada, en la
cordillera Penibética. Su coordenada UTM es 30S 675013, tomando el elipsoide
Hayford. Su superficie se reparte entre los Parques Natural y Nacional de
Sierra Nevada. Administrativamente, además, en su cumbre confluyen los términos
muncipales de Dílar, Monachil, Güéjar Sierra y Capileira. Jurisdiccionalmente,
sus caras noreste y oeste pertenecen al partido judicial de Granada, mientras
que la sureste, al de Órgiva.
Etimológicamente y en contra
de lo que pudiera pensarse, su nombre no hace referencia a 'la veleta'
(instrumento para determinar la dirección del viento) sino que se trata de un
sustantivo masculino "el Veleta", porque deriva de la palabra árabe balata,
que significa 'cortado, tajo, balate' y hace evidente referencia a los
vertiginosos tajos que perfilan sus caras norte, este y sur, algunos de los
cuales se aproximan a los 500 metros de desnivel. No obstante, esta montaña es
también coloquialmente conocida entre los lugareños y montañeros que la
frecuentan como "el picacho", por su singularidad.
Bajo
su sombra, en la zona denominada Corral del Veleta, situada al pie de su tajo
norte, existe un área de permafrost con hielo fósil que se estima de la última
glaciación, hace 13.000 años, que demuestra que Sierra Nevada fue una zona
glaciar activa hasta que el glaciar del Corral del Veleta se derritió
completamente en el verano de 1913 (aunque algunas fuentes sitúan este hecho en
el verano del año 1910). Desde entonces, el glaciar más meridional de Europa se
encuentra en el pico Gran Sasso, en los Apeninos, pero en esta cara norte del
Veleta aún hay neveros de amplias proporciones que permanecen sin fundirse de
una temporada a otra (excepto en el verano de 1995, en que por segunda vez se
fundió completamente su capa exterior o visible a simple vista); si bien, salvo
en puntuales años muy calurosos o de sequías agudas, los neveros de nieves
perennes también pueden encontrarse con frecuencia incluso al final del verano
en su vertiente sureste, en los denominados "Basares del Veleta",
donde radica el Lagunillo del Veleta, aunque constituyendo aquí manchas níveas
de considerablemente menor tamaño; mas no sucede así en la ladera oeste, que es
la que más se divisa desde la ciudad de Granada, donde la nieve suele fundirse
completamente durante el verano, dada su mayor exposición solar.
Su
silueta en forma de vela es muy característica si se observa desde Granada, por
lo que el Veleta es uno de los picos más fotografiados del mundo, al
encontrarse detrás de la Alhambra. En sus faldas se encuentra la Estación de
Esquí de Sierra Nevada, que comienza en el núcleo poblacional de Pradollano, a
2.100 metros de altura, y culmina cerca de la cima del Veleta.
El Picacho de Veleta
constituye divisoria de mares, de forma que las aguas resultantes de las nieves
depositadas en sus vertientes Noreste a Oeste acabarán desembocando en el
Océano Atlántico, mientras que las derivadas de su cara Sureste lo harán en el
Mar Mediterráneo. Así, el aludido Corral del Veleta, ubicado al pie de los
tajos existente en la fachada noreste del Veleta, está presidido por la laguna
más alta de este macizo (3.086 msnm), de origen morrénico, conocida como Laguna
del Corral y constituye la cabecera del Río Guarnón, que al confluir con el Río
Real conforman el Río Genil (principal afluente del Guadalquivir); y a su vez
el Genil, poco después de rebasada la ciudad de Granada, recibirá también por
su izquierda sucesivamente a los ríos Monachil y Dílar, ambos nacidos en la
ladera oeste del Veleta y en concreto el Dílar procedente de un conjunto de
lagunas de origen glacial denominado Lagunillos de la Virgen (2.950 msnm) y la
Laguna de las Yeguas (2.900 msnm), ésta última convertida desde los años 70 del
siglo XX en pantaneta para servicio de la Estación de Esquí. Sin embargo, hacia
el Mediterráneo sólo surge de esta montaña el Río Veleta, que partiendo de su
vertiente sureste, se unirá después al Río Mulhacén conformando el Río Naute,
el cual tras recibir al Río Toril formará el Río Poqueira, que a su vez es
afluente del Guadalfeo, el cual desemboca finalmente en el Mar Mediterráneo,
entre las poblaciones granadinas de Motril y Salobreña.
El Mulhacén, con una altitud de 3.478,6 msnm, es
el pico más alto de la península ibérica, y el segundo de España tras el Teide,
de 3.718 msnm (Tenerife, Canarias). El Mulhacén forma parte del parque nacional
de Sierra Nevada. Está enclavado en la provincia de Granada, en el sur
peninsular de España y pertenece a Sierra Nevada, en la cordillera Penibética.
En
su cumbre confluyen los términos municipales de Güéjar Sierra, al norte, y
Capileira y Trevélez por el sur, así como los partidos judiciales de Granada y
de Órgiva.
Su
nombre viene de Muley Hacén, castellanización del nombre de Mulay Hasan,
antepenúltimo rey nazarí de Granada en el siglo XV, del que se dice, fue
enterrado en esta montaña.
Por
la suavidad que presenta su relieve en la vertiente Sur, que facilita su
ascensión, los habitantes de los aledaños pueblos alpujarreños también lo
conocen como el Cerro (a secas).
Aunque
su altura no es excepcional, el Mulhacén es el pico más alto de Europa fuera
del Cáucaso y los Alpes, ya que, las islas Canarias y Groenlandia, con picos
más altos, pertenecen políticamente a Europa, pero geográficamente son parte de
África y Norteamérica, respectivamente.
Es
también el segundo pico más prominente de Europa Occidental (continental),
después del Mont Blanc y ocupa el puesto 64 en la clasificación mundial de
prominencia.
Pues
bien, después de toda esta información de interés doy paso a la descripción de
esta ruta tan especial que nunca se me olvidará, ni a mí, ni a mi chica ¿y os
preguntareis por qué? Pues porque algo muy importante como ya os he anticipado
propuse a mi novia en la cima más alta de la península que luego describiré en su
debido momento.
La
ruta que hicimos fue una de las típicas para llegar a éstas dos cimas de sierra
nevada, salimos desde la Hoya de la mora, y en el mismo día hicimos las dos
cimas, pasando noche en el refugio de la carihuela, para volver al coche (Hoya
de la mora) al amanecer siguiente. La otra ruta, que ya describí en el blog
hace unos años y ya os he comentado, fue la del Mulhacén desde Trévelez, sin
llegar al Veleta, con mi compañero Zapa.
En
esta ocasión para dar más detalles técnicos, hicimos una ruta de 28 Km en un total de 10 horas, sin contar el descanso en el
refugio vivac de la carihuela. El desnivel
acumulado que soportamos en la ruta es de
2050 mts.
Nuestro
punto de partida comienza en la Hoya de la Mora (2550 mts.) dónde dejamos el
coche (ya más arriba no lo podemos dejar) y a las 8 de la mañana comenzamos a
andar. Sin saber lo que podíamos tardar inocentemente llevábamos la mochila
cargada de bebida, comida y saco de dormir, pero si lo llegamos a saber y
saliendo a la hora que salimos, podíamos haber llegado de vuelta al coche mucho
antes del anochecer sin la necesidad de llevar todos esos kilos que llevábamos
en la espalda. Para llegar a nuestro primer objetivo (Veleta 3394) superando
estos 844 m de desnivel en ascenso, hay varias opciones, como coger la pista
asfaltada que llegaríamos haciendo un largo recorrido en zig-zags pero subiendo
muy de poco en poco, o coger cualquiera de los múltiples senderos que ya ha
marcado el tránsito de la gente para subir más directamente. Nosotros escogimos
esta segunda opción, más directa y más empinada. En pocos metros de comenzar a
andar y en menos de diez minutos de andada, pasamos por el monumento de la
Virgen de las Nieves (2600m).
Continuamos por el sendero que va paralelo a la carretera y sin problemas y guiándonos por la orientación (el Veleta le tenemos enfrente, ante nosotros) seguimos un sendero que nos parece que va en dirección de nuestro objetivo, cruzando la carretera en alguna que otra ocasión, como por el cruce de Borreguiles
y
pasamos por una gran valla de madera pertenecientes a las instalaciones de
esquí, y por el Collado del Foso de los leones, desde el cual la inclinación se
nos vuelve más pronunciada. Un poco más adelante, como veíamos el Picacho
decidimos ir en línea recta a por él, sin desviarnos a la izquierda, como nos
indicaban todas las guías y foros de internet, que nos llevaban a las
posiciones y el balcón del Veleta. Cuando ya lo tenemos al lado, en
perpendicular nos cruzamos con la pista asfaltada, que cogimos y caminando por
ella dejando ahora el picacho a nuestra izquierda y como bordeándole casi
llegamos al Collado de la Carhihuela, pero cogemos la pista que sube al Veleta
en vez de la del Collado. Esta bifurcación ya está a una altitud de 3200 m. y
llevamos más de hora y media andando sin parar a un gran ritmo, con gran peso a
nuestras espaldas y parece tentador lo de llegar al collado y refugio de la
Carihuela para hacer un descanso, pero preferíamos hacerlo en la misma cima y
enseguida empezamos a ver las antenas del picacho del Veleta (3394m.), y en
línea recta fuimos a por él, ya sin pista, y creo que hay senderitos, pero en
línea recta como si quisiéramos llegar en cuanto antes, y en dos horas ya
estábamos chocándonos esos cinco Mary y yo, que junto con un abrazo y un musu
parecía que era el final de la ruta y esto no había hecho más que empezar.
De
aquí y tras una breve pausa nos pusimos en descenso ahora si al collado de la
Carihuela (3229m.). y de ahí unos 50
metros más adelante al refugio vivac de la Carihuela del Veleta. Desde aquí, punto al que volveremos a pernoctar, se pueden contemplar grandes vistas de lo que nos queda, así como toda la vertiente meridional de la sierra.
De
éste punto, seguiremos descendiendo por lo que sería la antigua pista que unía
Granada con la Alpujarra.
Podemos descender por la pista girando en curvas cerradas, primero a la derecha y luego a la izquierda, pasar junto a la Laguna de Aguas Verdes (3050m.)
o atrochar por el paso de los machos (cuando la curva gira cerrada a la derecha, es el momento de coger el atajo a mano izquierda) y volver a dicha dicha pista para pasar por el Collado del Lobo y los
crestones de Rio Seco
(conocido como el pasodel collado Viso de los crestones de Rio Seco) dejando la laguna del mismo nombre un poco más abajo a nuestra derecha para abandonar la pista un poco más adelante y atajar directamente hacia la Laguna de la Caldera,
primero ascendiendo por el sendero de Loma Pelada (3185m.) dirección el puntal de la Caldera (3219m.) y seguidamente descender directamente dirección la Laguna de la Caldera para llegar al refugio vivac de la Caldera (3080m.) sin llegar a las cuatro horas de la salida, en la base del Mulhacén, que ya se divisa enfrente y será nuestro siguiente objetivo.
.
Tras echar un vistazo a este refugio y una breve pausa, con la que nuestros hombros descansaron un rato de la mochila pesada y quitarla peso comiendo un poquito y bebiendo para recuperar líquidos, nos volvimos a poner mochila al hombro para afrontar nuestro último reto de hoy, el Mulhacén (3478m.).
Comenzamos a ascender por el sendero que sale directamente a nuestra izquierda camino del Mulhacén. Hay otros tres senderos más para llegar a la cima, pero salen desde más abajo, desde la pista, pero que se juntan un poco más arriba todos. En poco menos de una hora desde el refugio-vivac de la caldera, estabamos pisando el punto más alto de la Península Ibérica.
Desde
la cumbre, el punto más alto de la península Ibérica, podemos observar restos
de las edificaciones que en el verano de 1879, sirvieron de refugio a la
comisión de geodestas científicos de enlaces de las redes de Europa y África,
así como los pequeños vivac para refugiarse del viento los montañeros, y unas
espléndidas vistas desde el mediterraneo, en los días despejados (incluso del
horizonte redondeado de la esfera terrestre), como de Granada y sobretodo, de
la cordillera de Sierra Nevada, y el gran Alcazaba a nuestro lado que nos
tendrá pendiente para volver aquí en un futuro y contemplar todo esto desde su
cima.
Y allí estábamos Mary y yo, en nuestro ecuador de la ruta, quedaría la vuelta, pero en cínco horas desde la salida de la hoya de la mora estábamos ya como si esta ruta hubiese terminado, descansando, contemplando el paisaje que el horizonte nos da hacia todos los puntos cardinales, sin mochila ya a nuestros hombros, felices, y yo que desde mi comunión núnca mas me habia vuelto a arrodillar (debido a que me llevé una hostia por parte del cura) volví a arrodillarme en el punto más alto de la península, para decirla a mi chica tras casi una decena de noviazgo y un año conviviendo juntos, que si nos casábamos que ya iba siendo hora, y un si feliz hizo todo aquello más emotivo aún.